Publicado el 14 de abril de 2021 por Victoria

Orgasmo masculino y femenino ¿en qué se diferencian?

Disfrutar del sexo es una de las experiencias que más se gozan tanto para hombres como para mujeres. Biológicamente diferentes, ambos sexos están naturalmente preparados para conectar, aunque es cierto que el disfrute se produce también con personas del mismo sexo, siempre que haya esa misma atracción sexual. Además de las evidentes diferentes biológicas, en los últimos años se ha determinado que la manera de disfrutar de hombres y mujeres es diferente, sobre todo en lo que se refiere al clímax, al punto álgido, al orgasmo. Estas diferencias no hacen que unos disfruten más o menos, es decir, que no se habla de que el orgasmo masculino o femenino sea mejor o peor, simplemente aluden a que hay distintas formas de lograrlo, de disfrutarlo y de sentirlo, dependiendo también de la propia persona y sus circunstancias. Cada cual lo goza a su manera, eso está claro, pero los estudios han dado luz a esas diferencias que sin duda son interesantes de conocer.

Se centran sobre todo en lo relativo a las circunstancias que rodean al propio orgasmo, y a como lo sienten en general hombres y mujeres. Ya advertíamos antes que esta información está sacada de estudios relevantes realizados en las últimas décadas, con comparativas globales entre hombres y mujeres. Por supuesto que se pueden dar casos en los que estas diferencias no funcionen como tal, o no sean tan evidentes, pero en general, estos datos sí que se ciñen a la realidad sexual que disfrutan hombres y mujeres cuando llegan a ese punto álgido de la relación sexual. Hay mucho mito en torno a este tema, sobre sí las mujeres sienten orgasmos más intensos o pueden tenerlos con mayor frecuencia que los hombres, pero solo estos estudios han indagado realmente en profundidad sobre este tema, sacando a la luz las diferencias que hay entre el orgasmo masculino y el femenino.

La intensidad

intensidad-orgasmo

Es uno de los puntos clave a la hora de analizar un orgasmo, pero también una de las pautas más complejas de estudiar, puesto que lo que llamamos intensidad no es más que una sensación, normalmente subjetiva, que es muy complicada de medir. Sin embargo, se ha comprobado que, por norma general, las mujeres tienen un orgasmo más intenso que los hombres, porque el efecto de ese punto climático de placer se extiende por todo el cuerpo y no es una sensación simplemente pélvica, como ocurre con los hombres. Es una especie de descarga total que llega a todo el organismo y lo barre con una gran fuerza durante varios segundos, para luego desaparecer por completo y volver al estado de excitación previo. Esa es otra de las grandes diferencias entre hombres y mujeres en el sexo, la manera de llegar a esa excitación climática.

Duración del orgasmo

El objetivo de cualquier relación sexual es disfrutar de ese momento climático en el que todo lo demás desaparece y estamos tocando el cielo con los dedos. Llegar al orgasmo no es tan fácil, pero mantenerlo es aún más complicado. La duración de ese momento de placer intenso dependerá mucho de las circunstancias y de las personas involucradas. Sin embargo, los estudios ya han observado que en la mayoría de casos, el orgasmo femenino es de media mucho más largo en duración que el masculino. La mujer puede disfrutar de ese culmen de placer durante más de veinte segundos, mientras que el orgasmo masculino habitual se queda entre los cinco y los diez segundos, siendo aun así suficiente para que el hombre disfrute de ese momento, claro está.

Repetición

Hasta ahora, parece que las mujeres son las que más disfrutan con estos orgasmos, tanto en duración como en intensidad. Pero, ¿qué hay de la repetición? ¿Es posible disfrutar de varios orgasmos en un periodo corto de tiempo? Según los estudios, las mujeres también tienen mayor tendencia a poder repetir ese punto álgido de placer con más frecuencia, ya que no necesitan de mucho tiempo de descanso para volver a la carga. Por el contrario, los hombres tienen que pasar por un periodo refractorio, durante el cual deben descansar antes de poder tener otra erección y eyacular de nuevo, alcanzando ese orgasmo deseado. El mito nos habla de que hay mujeres multiorgásmicas, capaces de disfrutar de muchos orgasmos sucesivos casi sin descansar, y aunque es cierto que existen, desde luego no es lo más habitual.

Frecuencia

En esta característica sí que parece que la balanza se desequilibra para los hombres, y es que no hablamos de cuántos orgasmos se puedan tener, sino de la facilidad de llegar a ellos con mayor frecuencia durante una relación sexual. Los hombres alcanzan el orgasmo en un 75% de sus relaciones, un porcentaje que se reduce bastante si hablamos de las mujeres. Aunque tienen orgasmos más intensos, duraderos y pueden repetirlos más a menudo, la mujer tarda más en llegar a ese momento de excitación plena, y eso es un hándicap que hace que, en muchas ocasiones, su pareja ya haya llegado al orgasmo antes que ella, lo que dificulta aun más alcanzar ese punto. De hecho, hay muchas mujeres que apenas experimentan orgasmos, a causa de esta diferencia tan notoria a la hora de la verdad.

Diferente estimulación

Y esta es, sin duda, la mayor diferencia de todas, porque aunque nos habla del camino previo hacia el punto máximo de placer y no de ese clímax en sí, supone una razón clave para entender todo lo que hemos ido analizando hasta ahora. Cuando queremos excitarnos hasta conseguir ese culmen de gozo y disfrute, hombres y mujeres somos muy diferentes, y eso se nota también a la hora de llegar al clímax. La mujer necesita más tiempo para conseguir esa excitación absoluta, y la estimulación debe ser muy especial, jugando con todo el cuerpo, consiguiendo que el deseo encienda las fantasías. El pensamiento es una parte imprescindible para la estimulación de las chicas, al contrario de lo que pasa con los hombres, que son mucho más concretos, visuales, directos. Los hombres tardan menos en excitarse, y son más fáciles de estimular para alcanzar ese punto máximo de placer.

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