Publicado el 19 de marzo de 2020 por Victoria

Fecundación in Vitro, ¿cómo funciona este proceso?

Siendo muy generalistas y resumiendo al máximo, siempre se ha dicho que el ser humano nace, crece, se reproduce y muere. El tercer paso, el de dejar descendencia en el mundo y venir a poblar el planeta, parece también importantísimo, hasta el punto de que muchos lo encuentran inevitable, como los otros tres pasos de la cadena. Lo cierto es que el índice de natalidad ha caído bastante en los países desarrollados en apenas un siglo. Donde antes había familias con seis o siete hijos, ahora los que llegan a dos ya suelen darse por satisfechos, si es que llegan a ese número. La situación social ha cambiado, la económica también, y cada vez resulta más complicado criar a un hijo en una sociedad siempre cambiante.

Sin embargo, todavía hay parejas que, por más que lo intentan, no consiguen traer una nueva vida al mundo. Determinados problemas hacen que esto sea complicado en ciertas situaciones, de forma natural, y se tenga que recurrir a otras alternativas. Por ejemplo, la fecundación in vitro, un método que lleva ya unas décadas en funcionamiento y que es perfecto para aquellas parejas en las que, por problemas de fecundidad femenina o fertilidad masculina, no se puede llegar a la fecundación de la forma natural. Es un proceso largo y a veces costoso, pero vale la pena con tal de traer nueva vida al mundo y vivir esa experiencia que muchos encuentran indispensable, la de ser padres y disfrutar de ese don.

Fecundación in vitro, el proceso

fecundacion

La fecundación in vitro es normalmente el último paso, la última bala, de  una serie de medidas que una pareja puede tomar para quedarse embarazada. Si hay problemas de fertilidad severa en el chico, o de fecundidad en la chica, por tener las trompas de Falopio obstruidas, por ejemplo, la alternativa de la fecundación in vitro suele ser la más acertada. Obteniéndose un óvulo de ella y una muestra de semen de él, se lleva a cabo la ovulación en el propio laboratorio, de manera externa y ayudándose en máquinas y herramientas que permiten que el proceso sea eficaz y seguro. Una vez se tiene el ovulo ya fecundado, se inserta en el útero de la madre para que crezca allí, de forma natural. Digamos que supone una ayuda externa para cuando la situación no puede darse de forma natural.

Precio de la fecundación in vitro

Esta técnica se puede llevar a cabo en muchas ocasiones en hospitales públicos, pero también es cierto que la mayoría opta por la atención privada, al ser más eficaz, a pesar de su coste. Y es que estamos hablando de un precio que va de los 3.000 a los 8.000 euros, dependiendo de varios factores, como la edad de la mujer, el tipo de semen de su pareja, si se incluye un óvulo o semen de donante, los ciclos necesarios para permitir que el óvulo se desarrolle correctamente… Estas variables hacen que el precio crezca, obviamente, y puede llegar a ser bastante costoso, económicamente hablando. Sin embargo, es una técnica que suele dar buenos resultados en la mayor parte de los casos, así que al final vale la pena pagar por ella porque suele funcionar.

Fecundación in vitro por la seguridad social

Como decíamos antes, la seguridad social también acoge muchos casos de mujeres y parejas que desean realizar esta fecundación in vitro para poder tener un bebé. Al pagarlo la propia sanidad pública, los requisitos para poder entrar en este proceso son bastante complejos y concretos. Hay una edad límite para someterse a estos tratamientos, que es de 40 años en el caso de las mujeres y 55 años en el de los hombres. No suelen aceptarse casos donde la pareja ya tenga hijos previos, entendiéndose que ya han cumplido ese deseo. Se miran con lupa las enfermedades de los pacientes que el propio feto podría desarrollar, y también se estudian los ciclos necesarios para una ovulación correcta. De la misma forma, es indispensable que la pareja o la mujer tengan problemas para concebir de forma natural, porque de lo contrario no se permitirá integrarse en este proceso a través de la seguridad social. Estos requisitos hacen que muchos finalmente acudan a la sanidad privada para su fecundación in vitro.

¿Fecundación in vitro o inseminación artificial?

ovulo-fecundacion

Hay una diferencia bastante clara entre estos dos procesos que, aunque buscan el mismo fin, no lo hacen de la misma manera. La fecundación in vitro, como ya hemos visto, se desarrolla por completo fuera del cuerpo de ambos, hombre y mujer, tomándose el óvulo y el esperma y llegando a la propia fecundación en un laboratorio, con la ayuda de todas las herramientas necesarias para ello. Por su parte, la inseminación artificial trata de respetar al máximo la fecundación dentro del cuerpo de la mujer, inseminándola con el esperma escogido para que la ovulación se produzca de forma más natural, no en un laboratorio. Esto ayuda en ciertos casos, pero en otros, como problemas de la mujer para la ovulación, no supone ninguna garantía.

Fecundación in vitro reposo

Uno de los temas que más se discuten sobre este tipo de fecundación es el reposo que la madre debe hacer una vez se ha sometido ya al proceso y se le ha colocado el óvulo fecundado. Hay quien afirma que, para que el óvulo se desarrolle correctamente, el reposo es imprescindible, sobre todo en mujeres que ya tienen cierta edad, por el riesgo que corren de que haya un desprendimiento y finalmente esa ovulación no de resultado. Sin embargo, los expertos afirman que el reposo no es ni mucho menos imprescindible, aunque siempre aconsejan no realizar deporte, ejercicio físico o actividades con demasiado movilidad. Basta con hacer vida normal sin un esfuerzo demasiado grande, para que el óvulo pueda crecer de buena manera dentro del cuerpo de la mujer, pero el reposo absoluto es innecesario.

También te podría gustar...