Publicado el 28 de junio de 2019 por Victoria

Hacer el amor embarazada, consejos que te serán de utilidad

El embarazo es una etapa mágica y muy especial para cualquier mujer, pero no exenta de dificultades, desde luego. En los nueve meses que suele durar este proceso de gestación del nuevo ser en el vientre, la madre pasa por todo tipo de experiencias tanto físicos como psicológicas, y para bien y para mal, su vida se trastoca por completo. Especialmente en los últimos tres meses de embarazo, cuando la barriga ya es bastante prominente y se recomienda reposo en muchos casos, las embarazadas notan que hay muchas cosas que no pueden llegar a hacer. Pero el sexo no debe ser una de ellas.

Y es que hay todavía mucho desconocimiento sobre lo idóneo o no de practicar sexo durante el embarazo, algo que desde luego se lleva debatiendo desde hace mucho tiempo. Hay quien piensa que al estar embarazada, una mujer ya no tiene ese tipo de necesidades fisiológicas, pero en realidad puede seguir teniendo ganas de hacerlo en cualquier momento y con la misma intensidad que antes. Simplemente que ahora su cuerpo ha cambiado, y ante la nueva situación, debe buscar una nueva forma de disfrutar del placer, con posturas seguramente diferentes, solo  por estar más cómoda y que el momento de la lujuria no se convierta en un suplicio.

Posturas sexuales recomendadas

El sexo durante el embarazo puede llevarse a cabo sin ningún tipo de problema y de hecho son muchas las mujeres embarazadas que siguen disfrutando de una vida sexual plena, tal vez no tan intensa como antes, pero sí con una buena media de relaciones a la semana, que además les sirven para dejar atrás las preocupaciones y mantener la mente mucho más despejada. Lo único a tener en cuenta en este tipo de relaciones es la postura en la que se realizan, y es que llegado a cierto momento, la barriga ya ocupa demasiado y hay cosas que una embarazada ni debe ni puede hacer. Aquí hemos recogido algunas de las posturas más interesantes.

El misionero

El misionero es seguramente la postura más básica para realizar este tipo de relaciones, porque al fin y al cabo es la más sencilla, con ella tumbada en la cama y el chico penetrándola desde arriba. Conforme el embarazo avance, es cierto que la barriga puede suponer algún problema sobre todo para la flexibilidad de la chica, pero lo único que debemos hacer es llevar a cabo la relación sin tanta intensidad, sin tanto movimiento, para que la chica se siga sintiendo cómoda incluso cuando está llevando una barriga de siete u ocho meses.

La cucharita

Es otro clásico, muy recomendable también para las embarazadas, puesto que el movimiento aquí no es demasiado intenso y además, puede colocarse incluso más cómoda que en el misionero, recostada de lado con el chico detrás penetrándola. Este tipo de relación hace que se pierda un poco el factor cara a cara, pero de la misma forma permite que el chico pueda besar a su chica embarazada por la espalda y tocarla con sus manos por todo el cuerpo mientras la penetra. Es una forma más romántica e incluso efectiva de disfrutar de un placer exquisito mientras la chica está en estado.

La posición andrómaca

La posición Andrómaca es aquella en la que la chica se coloca arriba, dominando por completo la relación y marcando el tempo y el ritmo de la misma. Esta posición también es recomendable, sobre todo en los primeros meses del embarazo, puesto que después la barriga tal vez haya crecido demasiado y será mucho más complicado realizar esos movimientos pélvicos para llegar al orgasmo. Es cierto que esta postura es una de las favoritas de las mujeres, porque toman el control y alcanzan mucho más rápidamente el clímax, así que puede ser una buena opción para esos primeros meses de embarazo en los que la chica todavía siga estando muy caliente.

Precauciones que debes tomar

Como hemos visto, disfrutar del placer carnal durante el embarazo puede ser muy recomendable porque incluso aporta beneficios para la mujer y también para el hombre, claro está. Pero de la misma forma, existen algunos riesgos que debemos evitar. Por ejemplo, si el embarazo mismo está considerado como de riesgo, o la mujer suele tener sangrados constantes, lo mejor es no arriesgarse demasiado y dejarla reposar. El reposo también se manda en muchas ocasiones llegados los últimos meses de embarazo, y es mejor no contravenir esa decisión, incluso aunque el placer se pueda dar de forma mucho más tranquila. Trataremos de que el sexo sea más cuidadoso, menos intenso en la forma.

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